Escondida entre acantilados, la Praia de Dona Ana está esperando que la descubras. Esta joya situada en Lagos, uno de las ciudades más bonitas del Algarve, te regala un atardecer tranquilo y sencillamente espectacular.
Os mentiría si os contará que la conocía antes y que era una visita programada. Esta playa nos la recomendó la dueña de la casa rural donde estábamos alojados.
Este viaje al sur de Portugal estaba concebido para desconectar. Llevábamos la cámara pequeña y poca intención de hacer turismo. Cada día preguntábamos algún sitio para comer, ver o simplemente pasar el tiempo.
Hacerlo de esta forma ha sido un acierto y creo que se va a convertir en una costumbre para próximas escapadas…
A Praia de Dona Ana llegamos algo tarde, eran casi las 8 y apenas quedaba gente…
Las gaviotas eran las reinas de la orilla…
… y la marea permitía pasar al otro lado de la playa.
Los acantilados y las rocas conforman un paisaje sencillamente espectacular…
Los tonos anaranjados en el horizonte…
…contrastan con el vuelo de las reinas del lugar…
y con los suaves perfiles que puedes apreciar en las rocas…
esculpidos lentamente por la marea y el viento…
Es una playa diferente…
… de aguas cristalinas…
…bien equipada…
…donde puedes darte pequeños y sencillos placeres…
…elegir tu asiento…
Y disfrutar de un palco con vistas…
Consejo final: Si a esta experiencia le añades un fado de Ana Moura, el atardecer se convierte en una autentica locura…