Lolei ( ប្រាសាទលលៃ ) es el último de los tres templos que se construyeron como parte de la ciudad de Hariharalaya que una vez floreció en Roluos, a unos 15 kilómetros de donde se sitúa Angkor. Como sus antecesores, Preah Ko y el Bakong, es un santuario Hindú del siglo IX. Aunque sus dimensiones son menores en comparación con el resto de visitas que harás allí, vale la pena contemplar sus tallas e inscripciones. ¿Te apetece conocerlo?
Construido en el año 893 por el rey Khmer Yasovarman, que lo dedicó a Shiva y a los miembros de la familia real, su nombre es una transformación moderna del antiguo nombre “Hariharalaya“. El templo de Lo lei originalmente se edificó en una isla en medio de un Baray, piscina artificial, que en la actualidad se encuentra seco.
Algunos arqueólogos creen que colocando el templo en una isla en medio de un cuerpo de agua, se identificaba de manera simbólica el Monte Meru, el hogar de los dioses, que en la mitología hindú está rodeado por los océanos del mundo. Aunque una inscripción encontrada allí indica que este estanque estaba destinado para el uso en la capital de Hariralaya y para el riego de las llanuras de la zona.
Lo lei consta de cuatro torres agrupadas en una terraza. Yasovarman las construyó en honor a sus antepasados. Las dos torres delanteras son para su abuelo y su padre, mientras que las dos ubicadas en la parte posterior son para su abuela y madre. Como curiosidad, las dos torres más altas corresponden a sus abuelos.
Las torres de los templos son conocidos por sus elementos decorativos, incluyendo puertas falsas, dinteles tallados, devatas y dvarapalas que flanquean todas las puertas (reales o no). Algunos de los motivos representados en los dinteles y otras tallas de piedra arenisca son el Dios Indra montado en el elefante Airavata, unos monstruos serpentinos llamados makaras y nagas de múltiples cabezas.
Un pequeño “gran” templo como esta canción…