Raj Ghat, a orillas del río Yamuna en Delhi, es un monumento en memoria de Mahatma Gandhi. Su sencillez y entorno, convierten su visita en un agradable homenaje al padre de la nación Indía. ¿Os apetece conocerlo?
Pero antes de sumergirnos en un universo de paz y serenidad tenemos que cruzar Delhi. La entrada es un divertido escenario donde motos, tul-tuk y vendedores de todo tipo…
…Y por supuesto, no podían faltar los encantadores de serpientes…
Aunque, ese día descubrimos que no son tan “encantadores”. Para evitar mordeduras, suelen cortar los colmillos de los animales, atar sus bocas con pequeñas cuerdas de plástico o pegarle a su boca algún objeto para que sólo puedan sacar la lengua. Suelen elegir especies lentas y más dóciles de lo que nos puedan parecer. También se les quitan las glandulas de veneno con métodos inapropiados y con técnicas poco higiénicas. Vamos un maltrato animal en toda regla…
Una vez que entras en el complejo, el ruido queda atrás y la naturaleza recobra protagonismo…
El memorial está rodeado de un amplio parque con árboles plantados por personalidades como la reina Isabel II, El presidente Eisenhower, Ho Chi Minh…
Muy cerca podéis encontrar dos museos dedicados a Gandhi y los memoriales de otros líderes indios. El de Jawaharlal Nehru conocido como Śantivan (bosque de paz), el deIndira Gandhi, que recibe el nombre de Śakti Sthal (lugar del poder), o el de su hijo Rajiv, Veer Bhumi (tierra de bravura).
Y mientras empezamos a divisar el monumento, quería comentaros que todos los memoriales de los que os he hablado guardan una similitud, están ubicados en el lugar exacto donde fueron incineradas las personas que homenajean y reciben el nombre de Samadhi.
Como éste, donde fue cremado el cuerpo del Mathama el 31 de Enero de 1948, un día después de su asesinato…
El monumento es muy sencillo, consiste en un losa de marmol negro y una llama eterna en un esquina…
En el frontal se puede leer el siguiente epitafio: Hey Ram (“Oh Señor”), que fueron las últimas palabras que pronunció Mahatma Gandhi antes de morir.
Para finalizar la entrada, y cómo sé que os gusta practicar la traducción, he decidido dejar este ejercicio para vosotros…
Y otro para los más aplicados…

Dejando atrás esta broma, quería acabar diciendo que a este mundo le hace falta más gente como Gandhi y personas que le den a la paz una oportunidad…