El Castillo de Edzell, en el concejo de Angus, es una de los edificios que puedes visitar si decides viajar por Escocia con el “Scottish Heritage Pass“. Buscando lugares históricos, llegamos a esta fortaleza del siglo XVI ligada a la familia Lindsey durante tres siglos. El esplendor de sus jardines reflejan el poderío que tuvo durante una época esta saga, mientras que el romántico estado de los edificios, en ruinas, nos enseñan el declive de la misma…
Habíamos pasado la mañana visitando la Rosslyn Chapel y la ciudad de Saint Andrews y se nos había hecho tarde. Llegamos casi a la hora del cierre y conseguimos entrar los últimos. La visita es perfecta si quieres luego subir por la costa y ver Stoneheaven o el castillo de Dunnottar.
El entorno natural donde está ubicado es espectacular. A unos 400 metros del actual, se levantó la primera fortaleza de Edzell. Construida en madera y en el S. XII, servía para proteger el estratégico paso de Glenesk, que conducía al norte, a las tierras altas. Fue la sede de la casa Abbott y el centro de la aldea original de Edzell.
A los Abbotts, le sucedieron como señores de Edzell los Stirlings de Glenesk, y éstos, a su vez, los Lindsays. Esta familia consiguió importantes enlaces matrimoniales durante el siglo XIV y consiguió el Condado de Crawford. La fortaleza fue cedida al hijo menor del tercer conde que ubicó aquí su residencia familiar.
En 1.520, David Lindsey, noveno conde de Crawford, decide abandonar la fortaleza original y construir una casa torre con patio en un lugar cercano. La selección del sitio, dominado por un terreno más alto al norte, sugiere que la defensa no era la principal preocupación y que se trataba de una zona relativamente tranquila.
Sus famosos huéspedes invitados, la reina María de Escocia, en 1562, y su hijo, Jacobo VI, en 1580 y 1589, indican que la familia Lindsays era una de las más poderosas del reino.
Los sucesores de David Lindsay ampliaron el castillo en el siglo XVI con la adición de un ala norte con torres.
Su nieto, que también se llamaba David, empezó a construir el lugar más famoso de la propiedad, un maravilloso jardín que decoró con los símbolos de Inglaterra, Escocia e Irlanda, para celebrar la unión de las coronas de 1603, cuando Jacobo VI accedió al trono tras la muerte de su prima, Isabel I.
Sir David murió en 1610, muy endeudado como resultado de las multas impuestas por la conducta rebelde de su hijo, y con el jardín y la cordillera del norte sin acabar…
Unos años después, durante la Tercera Guerra Civil Inglesa , Oliver Cromwell invadió Escocia y, en septiembre de 1651, sus tropas tomaron Edzell, permaneciendo allí durante un mes.
La vida de la familia y el castillo comenzó a declinar en 1715 durante la Rebelión Jacobita. El último señor de Lindsay Edzell, era jacobita y partidario del exiliado James Stuart , el “Viejo Pretendiente“. Ante el aumento de las deudas de la familia, vendió el castillo al cuarto Conde de Panmure. Finalizando así la vinculación de esta fortaleza con la familia.
Algunos dicen que el ultimo conde Lindsay terminó trabajando en una cantina cercana, otros que se convirtió en el jardinero del Castillo…
Para finalizar, mientras Sir Perez de Vergara nos saluda, quería comentaros que el castillo es propiedad del Estado desde 1930 y ahora es una atracción turística a cargo de Historic Scotland, que ha rehabilitado el jardín.
Un sitio maravilloso para visitar y sentarse en el césped…
y, si es posible, escuchando a Paolo Nutini…