Hasta ese día, no había oído hablar de Marais Poitevin, conocida como “la Venecia Verde“. Y, como suele pasar cuando descubres cosas por sorpresa, el recuerdo que guardo de aquella jornada y el paseo en barca por sus canales es tan agradable, que necesitaba compartirlo con vosotros.
Llegamos a Coulon, un pequeño pueblo cerca de Niort bañado por el río Sevre que desemboca en el atlántico en Vendée.
La ribera del paseo principal se encuentra repleta de pequeños embarcaderos donde puedes tomar una “góndola”…
… y comenzar un paseo…
…con la naturaleza como protagonista…
Mientras recorríamos canales, nuestro gondolero nos contó varias cosas…
El Marais Poitevin se asienta sobre lo que fue el antiguo Golfo de Poitou que llegaba hasta Niort, al retirarse el mar, convirtió la zona en una ciénaga…
Su acondicionamiento se inició en el siglo XI por los frailes de diferentes abadías de la región, ya que el Marais y sus islas empezaban a ser habitados.
Pero curiosamente, los principales trabajos de acondicionamiento se inician cinco siglos después, en 1607, encargados por el Rey Enrique IV a especialistas holandeses…
Napoleón normaliza la navegación sobre la Sèvre Niortaise en 1808 y en 1833 se crea la sociedad de los Marais Mouillés para garantizar la divulgación y el mantenimiento de este paraje.
Como curiosidad, debido a la descomposición de la gran cantidad de biomasa que cae en el lecho de los canales, se forman pequeñas bolsas de gas…
…que al remover con la pala aflora a la superficie…
…y los gondoleros prenden con un mechero…
Es tan poca cantidad que al parecer no se puede aprovechar…
Volvemos a Coulon para finalizar nuestro pequeño crucero en barca…
…Un lugar para gritar “je vis, je vis, je vis”
Esta andanza forma parte del blogtrip organizado por Futuroscope #DescubreFuturoscope. Como siempre, se basa en experiencias vividas por el autor, sin estar sometido a ningún tipo de revisión o censura por parte de los organizadores.