De “la ciudad que nunca duerme” me sorprendió la capacidad que tienen sus rincones de cambiar según la hora del día que la visites. Y ese contraste se hace más evidente cuando decides pasear de noche en Times Square y descubrir Nueva York en su máximo esplendor.
Y a medida que nos acercábamos, uno no podía de dejar de asombrarse ante este tremendo espectáculo…
Así que decidimos tomar asiento en una buena fila del patio de butacas…
Y dejar que la función continuará…
¡Quiero volver!
Como curiosidad en una de las múltiples pantallas que adornan Times square, dos personajes animaban a la gente a jugar (también podéis intentar descubrir donde está Robin Jú en la foto)…
…mientras posaban para salir en ella…
Todo un espectáculo, ¿no crees?
Elegir la canción de esta entrada ha sido muy sencillo, es la favorita de mi sobrina Agui que a sus 3 añitos le pide a su papá que la ponga “más fuedte pofavó” cuando van en el coche…