Alejado de los principales templos de Angkor, descubrimos Banteay Srei, una pequeña joya de piedra arenisca dedicada a Shiva. Esta maravilla, fue la única construcción realizada exclusivamente por mujeres en todo el complejo y presenta tal nivel de detalle y belleza, que se ha convertido en una de las visitas imprescindibles si estas allí.
A diferencia de los principales templos de Angkor, Banteay Srei fue construido en la segunda mitad del siglo X por un cortesano llamado Yajnavaraha, que era consejero de los reyes Jayavarman II y V.
Una de las curiosidades de este lugar es que está compuesto por edificios que son miniaturas, es decir, están dimensionados a una escala mucho menor que el resto de construcciones del complejo.
Esto unido al nivel de detalle y el estado de conservación del labrado de la piedra hace que sea conocida como la «joya del arte khmer“.
Desde su descubrimiento en 1914 por un teniente francés llamado Marec, Banteay Srei se ha enfrentado a varios acontecimientos que me parecen curiosos…
El primero es el robo de algunas piedras y estatuas en el 1924 realizado por el escritor francés André Malraux, que curiosamente fue luego ministro de cultura en el gobierno de Le Gaulle. Por suerte, fue detenido y las piezas recuperadas durante los trabajos de restauración. Este episodio queda reflejado en parte en su novela “La vía real”. Desgraciadamente, durante este siglo los intentos de robo y expolio de las piezas de valor del templo han sido frecuentes.
El arquitecto Henri Marchal, restauró el templo entre 1931 y 1936 empleando la misma técnica que en el resto del complejo, la anastilosis.
Que yo entiendo como reconstruir estudiando como eran y utilizando los restos allí depositados, encajándolos como un puzzle. Aunque también he leído que a veces se reemplazan por elementos nuevos fabricados en el mismo material.
En la zona adyacente a la también conocida como “ciudadela de las mujeres” se refugiaron parte de los jemeres rojos tras la caída de Pol Pot, lo que hizo durante años casi imposible su visita. Todo el área, como muchos lugares de Camboya tuvo que ser “desminada” y no os creáis que estoy hablando de un pasado lejano, no hace ni 20 años de esto…
Pero centrémonos en el templo, Banteay Srei está compuesto por tres recintos rectangulares. En el exterior existe un foso.
En las paredes de los recintos interiores podemos apreciar una gran cantidad de bailarinas celestiales o deidades conocidas como apsaras y devatas.
Aunque los reyes ese día fueron las estatuas que custodiaban el recinto interior del templo.
En el podemos encontrar bibliotecas y un santuario. Es la zona mejor conservada del complejo.
No se sabe con exactitud si las bibliotecas solo servían para guardar manuscritos o si eran también empleadas como sitios de culto. En Banteay Srei existen dos. La situada al sur tiene dos frontones dedicados a Shiva, mientras que los de la biblioteca del norte están inspirados en la leyenda del Vishnou.
En el centro del recinto interior se encuentra el santuario compuesto por tres torres.
Espero que os haya gustado la visita. Como fue construido por mujeres, nada mejor que una de mis cantantes favoritas, Sarah McLachlan, para acabar la entrada…