Pues me imagino que tendría más o menos este aspecto…
Y si no lo sabes, Harry era gaditano-beduino. Como la magia en esta zona no da para mucho, habría estudiado una carrera, Ingeniería Química por ejemplo. Seguro que viviría en la Bahía y apenas usaría los trucos que aprendió de joven, sólo en los bares, porque con la edad la memoria para retener el texto de los hechizos se va perdiendo…
Además, al poblarse su pelo de canas, empezaría a contar batallitas y abriría un blog o una cuenta de twitter con entradas del tipo “Cuando luchaba contra Voldemort: el día que lo puse pipando (llenito) de agua”.
Y si fuera a Praga, vería el escaparate del museo de cera y pensaría frente a su figura…
¡Con lo que tú y yo hemos sido, Harry!…