Regresar a Dublín ha sido, para este humilde bloggero, algo más que una simple escapada. No os podéis imaginar la emoción que he sentido al volver a pisar sus calles, al escuchar ese acentillo tan peculiar a la hora de hablar, compartir sus risas y recorrer viejos lugares por los que anduve durante casi tres meses allá por el año 99.
Y lo mejor de todo es que me he sentido, de nuevo, como en casa…
En estos días pasados allí, he conseguido material para varias andanzas y quería empezar por una que creo que recoge en parte la esencia de esta ciudad: la música en directo.