Regresar a Dublín ha sido, para este humilde bloggero, algo más que una simple escapada. No os podéis imaginar la emoción que he sentido al volver a pisar sus calles, al escuchar ese acentillo tan peculiar a la hora de hablar, compartir sus risas y recorrer viejos lugares por los que anduve durante casi tres meses allá por el año 99.
Y lo mejor de todo es que me he sentido, de nuevo, como en casa…
En estos días pasados allí, he conseguido material para varias andanzas y quería empezar por una que creo que recoge en parte la esencia de esta ciudad: la música en directo.
Y un buen sitio para escuchar música, a riesgo de que pueda ser considerado por muchos como una simple atracción turística y los más entendidos puedan llevarse las manos a las cabeza, es el Pub The Temple Bar.
Justo al entrar, y tras pedir una pinta de SMITHWICKS (en mi modesta opinión la mejor cerveza que he probado), nos encontramos con estos dos personajes:
Que conforman el grupo The Buggy Boys y tocan la guitarra y el banjo como ángeles.
Una autentica maravilla para empezar la noche…
…que continuó con una banda con un nombre muy divertido Al Fol’ked up…
…que derrochaban talento, profesionalidad y tablas…
Un autentico lujo tocando a 3 metros de distancia de este que os escribe.
Y cuando creíamos que la noche musical había acabo, llegó lo mejor…
Tras salir del bar, a pocos metros nos encontramos con este cantante callejero (o Busker)…
…cantando versiones de los Waterboys…
incluyendo la fantástica ” fisherman’s blues”…
” with Light in my head
and you in my arms
uh ju juhh….”
…Quien pudiera…
Advertencia final: Esta no va a ser la última entrada sobre Dublín, Buskers y música…