Los candados en el Pont des Arts de París le han robado protagonismo a algunos de sus vecinos más famosos. Esta “supuesta” muestra de amor, ha generado polémica, algún riesgo y un pequeño mundillo a su alrededor, que lo convierten en un rincón curioso de la capital gala. ¿Lo visitamos?.
El primer puente metálico de París.
Es un puente peatonal construido a principios del siglo XIX y el primero de metal de la ciudad. Une el Museo del Louvre con el Instituto de Francia sede de las principales Academias francesas (la Francesa, de las inscripciones y lenguas antiguas, de Ciencias, de Bellas Artes y de Ciencias Morales y Políticas)
Tras un accidente provocado por el choque de una barcaza contra uno de sus pilares, combinado con el mal estado que presentaba su estructura, se decidió reconstruirlo en 1981, eliminando un par de pilares para facilitar el paso de los barcos.
Y cuando parecía que el puente iba a vivir unos cuantos años de tranquilidad…
…llegó la invasión…
Miles de candados colocados en sus barandillas por enamorados que querían dejar un recuerdo con mensaje…
Y que provocaron el desplome de una parte de la barandilla, que no estaba preparada ni diseñada para soportar tal sobrepeso…
Obligando a las autoridades a colocar unos preciosos paneles de madera en el centro del puente…
Lo curioso es que esta “moda” ha generado todo un submundillo alrededor de ella de vendedores de candados, que se aprovechan de la tipica frase “Cari, yo quiero…es tan romántico….” para hacer su agosto…
Y contribuir un poquito más al crecimiento de esta práctica…
Dos teorías para esta moda
Y os preguntareis a qué es debida esta moda. Hemos encontrado dos teorías, la primera lo asocia a la ciudad de Pécs en Hungría. En el siglo XIX algunos soldados dejaban atado en los puentes, como recuerdo, el candado que cerraba el armario de su habitación.
La segunda, toma como fuente de inspiración al libro de Federico Moccia “Tengo ganas de ti“, cuyos personajes colocaban un cerrojo en un puente de Roma.
Tal vez sea combinación de ambas o un acto tan humano como el “monkey see monkey do” (culo veo culo quiero, en inglés queda más fino)…
Así que si vas a París, puedes acercarte a sacarle algunas fotos, pero no pongas candados, invita mejor a tu pareja a una cena romántica…
…porque el amor, como dice tito Sting, no consiste en poner candados o cadenas, sino en dar libertad y confiar en el otro…