Medina Azahara (Madinat al-Zahra), la ciudad palatina que mandó edificar Abderramán III, conserva la magia que envolvió al Califato de Córdoba y una vistas únicas a su ciudad de acogida. Situada en las primeras estribaciones de Sierra Morena, leyendas populares románticas enmascaran el verdadero propósito de esta colosal edificación, abandonada a su suerte durante siglos y que estos últimos años ha empezado a recuperarse.
Medina Azahara, ¿una historia de amor o de poder?
La cultura popular atribuye la decisión de construir esta inmensa y lujosa ciudad como un homenaje a Azahara, la favorita del recién nombrado Califa Abderraman III. La leyenda es adornada con miles de detalles, cómo la plantación de arboles que llegaban hasta Córdoba y que en invierno cambian su color a un blanco que daba un efecto de manto nevado a todo el entorno del palacio…
… Pero, esta bonita historia de amor, parece que no fue la razón de tan colosal obra. Medina Azahara, es una muestra de poder político-religioso. El nuevo Califa necesitaba fundar una nueva ciudad para mostrar su grandeza y superioridad sobre sus grandes enemigos, los fatimíes de Ifriqiya (al norte de África).
Su corta, ajetreada y trágica historia, algo más de 70 años, se hace presente en cada rincón de esta visita. Y es fácil imaginar el coste de esta construcción. Algunos cifran en diez mil personas las que trabajaron diariamente en su ejecución, que empezó en el año 936 y 25.000 sus habitantes.
Las dimensiones también son magníficas, para que os hagáis una idea, ahora sólo se puede visitar una pequeña parte de los terrenos donde se levantaba esta ciudad.
Desgraciadamente, las sucesivas guerras que asolaron Al-Andalus a principios del siglo XI, dejaron en ruinas Madinat al-Zahra. Esta Joya cayó en el olvido, fue saqueada varias veces y algunas de sus piedras usadas en la ciudad de Córdoba.
Los primeros intentos de recuperarla y los trabajos de excavación se sitúan a principios del Siglo XX, 900 años después de su caída. Durante cientos de años se pensó que esas ruinas pertenecían al primer asentamiento de la capital y se le llamaba popularmente Córdoba la Vieja.
La guerra civil paralizó toda actividad y no es hasta 1985, cuando la gestión del recinto pasa a manos de la Junta de Andalucía, que empiezan los trabajos de excavación y recuperación definitivos.
Visitando Medina Azahara
Actualmente se ha excavado solo un 10% del total de la superficie intramuros de la ciudad, correspondiendo al núcleo central del alcázar, que es la zona que podemos visitar. Se están realizando trabajos en varios puntos periféricos, intentando determinar con exactitud la disposición y dimensiones reales de este complejo. Tienes que tener en cuenta que, mientras se visita, se está trabajando en diferentes zonas y que te puedes encontrar alguna cerrada.
La ciudad se dispone en tres terrazas rodeadas por una muralla, situado el Alcázar Real en la superior y la intermedia.
La zona más baja se reservó para viviendas y la mezquita, edificada extramuros.
Puerta Norte y Terraza Superior
La primera parada es la Puerta Norte. Era un acceso situado en el centro de la muralla y consistía en un pasillo con varios quiebros, con pequeños espacios cerrados y puertas enfrentadas que facilitaban el control de ingreso al recinto…
En la terraza más elevada encontramos, al Este, la Vivienda superior, que tenía funciones residenciales y culinarias. Las habitaciones se disponían alrededor de un gran patio central.
Al estar tan cerca de la puerta Norte, se piensa que albergaba a la guardia de palacio...
…ya que en la parte Oeste de la terraza, encontramos el Cuerpo de Guardía, lugar donde se controlaba el acceso hacia las residencias aristocráticas del sur…
La siguiente parada en nuestro recorrido son las caballerizas, unas pequeñas cuadras donde se alojaban unos 25 caballos. Se piensa que esta unidad de caballería estaba al servicio de los Visires y altos funcionarios que trabajan en los edificios administrativos cercanos.
Al avanzar un poco puedes ver, con perspectiva, los mayores espacios ajardinados de los que dispuso Al-Ándalus…
La casa de Ya’Far
Nuestro siguiente punto de interés corresponde con la Casa de Ya’Far…
Se piensa que esta fue la residencia oficial de Ya’far ibn Abd al -Rahman, Primer Ministro (Hayib) del Estado Califal durante los años 961 a 972…
Es una de las casas más complejas y suntuosas del palacio. La gran portada con decoración labrada en piedra…
… la exquisita ornamentación de este edificio de planta basilical…
Y el pavimento de mármol en las estancias, indican la pertenencia de Ya’far a la élite política del Estado Omeya.
Las primeras estancias corresponden los espacios públicos de la casa, separadas de otras estancias privadas…
y las utilizadas por el servicio de la casa…
Como curiosidad, mientras que realizábamos la visita, un guía con el que nos cruzamos comentaba que Ya’far era enuco. Eso le daba la tranquilidad a Abderraman III de que no intentaría conspirar para colocar a ningún hijo en su lugar…
Muy cerca, se encuentra la casa del Aljibe, que se considera que fue la residencia del príncipe heredero Alhakén, hijo de Abderramán III, y que sucedería a su padre como califa y príncipe de los creyentes tras la muerte de éste en el año 961.
Durante cuatro décadas, su padre le obligó a vivir encerrado en el Alcázar y le mantuvo alejado del trato con mujeres. Al parecer lo hizo porque sentía temor ante la posibilidad de que su hijo tuviera trato con mujeres ambiciosas y se formara una camarilla en torno suyo para destronarlo. Imaginaros que vida…
El resto de casas que se encuentran en esta plataforma correspondes con viviendas de servicios o de funcionarios…
Edificio Basilical Superior
En este edificio se encontraba el núcleo administrativo del estado y albergaba a algunas de las instituciones del califato.
No se conoce su función concreta, pero su organización espacial y arquitectura corresponde con la de los edificios públicos de la época.
Fue construido en los últimos años del reinado de Abderraman III y se supone que albergaba también actos oficiales.
La calle de la Rampa
Esta curiosa calle comunicaba las dependencias oficiales de la terraza más alta con el Gran Pórtico…
Estaba cubierta por una bóveda. La guardia de la ciudad y los funcionarios de palacio se colocaban en perfecta formación sobre los poyetes que hay a ambos lados, recibiendo así a las comitivas de los visitantes más importantes…
El Gran Pórtico y la Plaza de Armas
Esta era la entrada emblemática del Alcázar, construida con el único objeto de impresionar a los visitantes…
Ocupaba todo el ancho de la conocida como Plaza de Armas, donde se celebraban algunos actos militares y el Califa pasaba revista a la formación de su ejercito.
La Mezquita
Muy próxima al Alcázar, se encontraba la principal mezquita de la ciudad.
Era uno de los templos mejor orientados hacia La Meca en aquella época. Se cree que el uso era compartido entre la aristocracia y los habitantes que vivían fuera del palacio…
Última parada fallida: El Salón Rico y el patio de la Pila
Nuestra última parada era el lugar más emblemático y lujoso del complejo. El conocido como salón de Abderraman III, salón oriental o simplemente salón rico.
Pero como os comente antes, el complejo está continuamente siendo restaurado por zonas y esta vez le tocaba a esta y no pudimos verlo. Os podía haber puesto cualquier foto sacada de internet pero sabeís que no nos gusta hacer esas cosas…
Así ya tenemos excusa para volver y seguro que encontraremos un complejo diferente y con más sorpresas…
Es dificil no acabar una entrada sobre Medina Azahara sin una canción de este grupo…