No hay forma mejor de empezar un recorrido por San Sebastián que disfrutando de un atardecer en la Playa de la Concha. Ver como cae el sol y se esconde en el agua, presenciar como la ciudad empieza a iluminarse y quedarte allí parado, es uno de los recuerdos más bonitos que tengo de mis andanzas viajeras.
Acabábamos de dejar las maletas en un pequeño hotel de las afueras tras recorrer la costa vasca desde Bilbao en un trayecto en el que invertimos algo más de seis horas. Aparcamos cerca del Kursaal, en el paseo del río Urumea, aprovechando que había acabado la zona azul. El objetivo era llegar a la Playa de la Concha antes de la puesta de sol. Nuestra primera imagen fue esta…
Algunos aprovechaban para lanzarse al agua y darse un último chapuzón…
Y allí estábamos, viendo esta joya desde el paseo, una maravilla de arena fina y dorada. 1350 metros de playa en pleno centro de la ciudad…
… y con una puesta de sol sencillamente espectacular…
Os dejo con una secuencia de fotos…
Creo que lo que más me gusta de este atardecer son los tonos anaranjados que se crean y cómo se reflejan al llegar al agua. También me encanta como queda enmarcada la bahía entre el monte Urgull (derecha), la isla de Santa Clara y el monte Igeldo (izquierda)…
Cuando decidimos tomar rumbo hacia el barrio viejo para cenar, nos encontramos con este curioso músico callejero (Busker)…
..que tocaba como los ángeles una sierra con un arco de violín…
Estamos deseando volver…
Os dejo con una de mis canciones favoritas que tiene como protagonista al sol…