Si estas por Londres varios días o has decidido recorrer Inglaterra, puedes plantearte hacer una escapada a Brighton. Esta ciudad costera en el sur de la isla, es uno de los destinos favoritos de los británicos para sus vacaciones y pasar el fin de semana. Un lugar para divertirte y relajarte con dos atracciones muy curiosas. ¿Te apetece que demos una vuelta por allí?
El trayecto de una hora en tren desde la Estación Victoria se hace ameno. Nosotros decidimos ir un viernes y comprobamos en nuestro vagón la mezcla variopinta de personas que habían decidido perderse por Brighton ese fin de semana: familias con niños, grupos de despedidas de solteros convenientemente disfrazados, parejas acarameladas, turistas playeros….
Tras un breve paseo nos encontrábamos atravesando calles peatonales repletas de tiendas y bares. Una de las cosas buenas que tiene esta ciudad es que las principales atracciones y puntos de interés están relativamente cerca unos de otros y puedes ir andando.
Royal Pavillion de Brighton
Nuestra primera parada en el camino fue este impresionante edificio, antigua residencia real, que parece sacado de alguna ciudad de la India y trasladado piedra a piedra a esta pequeña finca cerca del mar.
Su historia es bastante curiosa. En el Siglo XVIII, Brighton era un pequeño pueblo pesquero que empezó a hacerse famoso gracias a los tratamientos con agua de mar. Jorge IV, aquejado de gota, recibió la recomendación de sus médicos de probar ese tipo de curas para mejorar sus dolencias. En esa época era todavía Príncipe de Gales.
Tras varios años de visitas, donde daba rienda a todas sus pasiones y malas aficiones, consigue que la Cámara de los Comunes pague sus deudas y le suba la asignación. Con este dinero, consigue alquilar primero la finca donde se ubica actualmente la casa y 20 años después la compra.
La construcción del actual edificio se realizó en dos fases, comenzando a principios del Siglo XIX. El Royal Pavillion destaca por el contraste entre el estilo hindú del exterior y la decoración china de su interior. Su construcción y la presencia de la corte del Rey en la ciudad durante largos periodos de tiempo, hicieron crecer en pocos años el número de habitantes y la actividad económica de Brighton. Tras la muerte de éste, su sucesora, la Reina Victoria, vendió esta residencia a la ciudad.
El paseo marítimo y la Playa
Nuestra siguiente parada la hicimos en el paseo marítimo de Brighton. Desde este malecón se divisaba el muelle que íbamos a visitar después…
También bajamos a la playa, donde la arena mezclada con piedras, acogía hamacas dispersas…
…y algunos valientes que habían decidido probar el agua…
…nosotros optamos por buscar sitio en un chiringuito, el mejor invento playero de la historia. En esta zona podéis encontrar una gran cantidad de restaurantes…
Brighton Pier
La tercera y última parada de nuestra visita a Brighton es su famoso muelle que acoge un parque de atracciones…
Es uno de los más largos y visitados del mundo (más de 500 metros de longitud). Al empezar a andar por la pasarela te da la sensación de estar flotando en el mar…
Las vistas del paseo marítimo y la playa son espectaculares. Como curiosidad, en la foto podéis ver una estructura en el mar abandonada. Se trata del Muelle del Oeste (West Pier) cuya pasarela fue destruida tras un incendio en 2003.
El Brighton Pier fue construido la última década del siglo XIX …
…y acoge un pequeño parque de atracciones situado en un sitio sencillamente espectacular…
No me puedo despedir sin presentaros a algún habitante insigne de la ciudad….
…y algún familiar cercano del anterior…
Y diciendo adiós a este pequeño tesoro que creo que os gustará…
El vídeo de la canción que acompaña a la entrada está grabado allí. Es una actuación en directo de Norman Cook, que es de allí. Tras formar parte de The Housemartins decidió hacer carrera en solitario bajo el nombre de Fatboy Slim...