Al pasear por las calles del recinto amurallado de Saint Malo me vienen recuerdos de mi ciudad, Cádiz. Y pese a estar a tantos kilómetros de distancia, cuando estas allí, parece que de repente la Bretaña se ha convertido en Andalucía y, si te asomas a cualquier mirador, va a aparecer la playa de la Caleta. En esta entrada os quiero llevar de paseo por esta precioso rincón que juega con la marea…
Y una de las mejores formas de empezar el recorrido es hablando un poco de su “ajetreada” historia. Saint Malo debe su nombre a un monje llamado “Mac Low” que, en el siglo VI, se convirtió en obispo de Alet, un emplazamiento vecino a la ciudad fortificada. La villa se construyó en el siglo XII, aprovechando un pequeño islote rocoso, ideal para poder defenderse y atacar a los buques enemigos. En la foto podéis ver el ayuntamiento, situado en el Castillo construido por los Duques de Bretaña en 1.590.
Y es que si hay caracteriza los primeros siglos de vida de la ciudad es ser cuna de grandes piratas corsarios como Robert Surcouf y las diferentes ocasiones en la que los “Malouins” se declararon independientes…
Al igual que Cádiz, su periodo de máximo esplendor coinciden con el apogeo del comercio con las colonias en África y Ámerica en los siglos XVII y XVIII.
Y esa riqueza que acompaña a la ciudad se puede apreciar en rincones como la Catedral de San Vicente que mezcla el románico y el gótico…
…acogiendo entre sus “huéspedes” a personas ilustres de la villa como Jacques Cartier, descubridor de Canadá.
Algo que debéis tener en cuenta de Saint Malo es que estáis visitando una ciudad reconstruida no hace muchos años. Tras el desembarco de Normandia, algunos soldados alemanes se atrincheraron en la ciudad amurallada que fue bombardea por los aliados hasta su rendición. Guarda el triste honor de ser el primer sitio donde se empleó Napalm que dejó la villa completamente destruida.
Merece la pena bordear la ciudad aprovechando la muralla e intentar verla a diferentes horas para poder apreciar como cambia con la marea.
Aquí se dan unos coeficientes muy altos y la diferencia entre la marea baja y alta puede llegar a varios metros, como sucede en el cercano Mont Saint Michel. Un ejemplo, fijaos en la piscina natural…
…y sólo 1 hora después…
Durante la bajamar y de junio a septiembre puedes visitar Fort National...
…construido en 1689 para asegurar la protección de Saint-Malo y con unas vistas increíbles de la ciudad…
Se va acercando el final del post y de tanto andar y andar por las murallas….
…a uno le entran unas ganas tremendas de comer…
Y descansar un poquito en la playa…
antes de dar un paseo en barco por la Bahía al atardecer… pero esa andanza os la contaré en otra entrada…
Qué me gusta acabar con una canción de los Ocean…