Otro sueño cumplido y el principal objetivo de nuestra escapada al norte de Francia, ver como llega la marea en Mont Saint Michel y en poco más de una hora el agua lo rodea por completo. Una experiencia increíble que queremos compartir con vosotros…
Llegamos entorno a las dos de la tarde, tras dejar el coche en el parking habilitado (preparad la cartera si vais de día), el autobús lanzadera nos dejó a pies del Mont Saint Michel. Esta zona está en obras por que van a retirar el camino actual para sustituirlo por una pasarela que permita pasar el agua y recuperar el estado original de la Bahía.
Accedimos por la pasarela de entrada…
…y buscamos el primer mirador para ver la Bahía en bajamar.
Las vistas son impresionantes, kilómetros y kilómetros de arena y fango sin cubrir…
…esperando a que llegue el agua…
…y pequeñas excursiones visitando los alrededores de la bahía desde abajo…
(momento yo estuve allí de la entrada…)
Me sorprendió el dispositivo de vigilancia que tienen montado en el complejo, hay personal en cada torre y en las zonas inundables controlando a quien se aventura a explorar la bahía.
Y os preguntareis ¿Cómo elegir el mejor día para visitar el Mont Saint Michel para ver este fenómeno?. Es muy fácil, en la página oficial podéis ver la tabla y los coeficientes de marea por meses. Recomiendan visitarlo entre 36 a 48 horas después de las lunas llena y nueva. Las mareas más altas se registran en primavera y es a partir de una altura de 12,20 metros cuando se cubren los alrededores del Mont.
Además cuando llegas, tras cruzar la pasarela de entrada, hay una cartel que dice “La marea llega a las…” (ese día era a las 17:15). Como teníamos tiempo, decidimos visitar la Abadía y verlo desde allí…
A la hora señalada divisamos la primera ola…
y la lámina de agua empezó a cubrir todo. Os dejo con la secuencia de fotos que saqué en esos 40-50 minutos…
¡Espectacular! ¿no os parece?
Antes de terminar quería dejar una serie de fotos que he titulado “Efectos y desdichas de la marea”…
Este señor y su fiel amigo llegaron a lo justo y escoltados por una zodiac…
A estas bicis no las salvaba ya nadie…
Pero la atención de todo el mundo estaba puesta en esta furgoneta, creo que la expresión más escuchada era “verás tú…” (en diferentes idiomas, claro)…
Por suerte un trabajador de las obras del nuevo acceso, a petición del asustado dueño, lo sacó de allí justo a tiempo.
¿Os acordáis de la foto de la pasarela sin cubrir?
Nos alejamos para verlo desde un mirador que está en el camino de acceso…
…y nos hicimos está foto para el recuerdo…
La próxima vez que visitemos Mont Saint Michel, Noa, nuestra pequeña flor, ya habrá nacido y le diremos que ella ya estuvo allí…