Existen pocos sitios como Primrose Hill para descansar y hacer un picnic con vistas tan espectaculares de Londres. El parque da nombre a una de las zonas residenciales más exclusivas de la capital y está profundamente ligado a Regent’s Park que se encuentra justo a sus pies. En este post quiero que os quitéis los zapatos, que os sentéis en el césped y leáis algo sobre el…
Primrose Hill junto a Regent’s Park fueron adquiridos por Enrique VIII cuando era un bosque espeso ideal para mantener ciervos y construir un coto de caza. Su cercanía a la capital lo hacia un lugar perfecto para que el Rey practicara una de sus actividades favoritas. A la unión de ambos parques se le denominó inicialmente Marylebone Park.
Apenas se produjeron cambios hasta después de la guerra civil, entre 1649 y 1660. El Gobierno de la Commonwealth presidido por Oliver Cromwell taló muchos árboles para pagar las deudas del conflicto. Tras morir Cromwell, Carlos II se convirtió en rey, devolviendo la propiedad del parque a la corona que durante 150 años lo arrendó, utilizándose principalmente como tierras de cultivo.
Más tarde, en 1841, no se renovaron los contratos de arrendamiento y, en 1842, una ley del Parlamento declaró Primrose Hill como espacio público abierto.
La parte construida de Primrose Hill se compone principalmente de terrazas victorianas que amoldan la colina formando suaves pendientes que convierten este espacio verde en un lugar fantástico para sentarse, tumbarse, jugar…
… y desde allí ir adivinando las siluetas de los principales edificios de la city, la cúpula de St Paul, The Shard, la BT Tower o el London Eye. Además, esta cerca de Abbey Road (al oeste) y del mercado de Camden (al este).
Y ahora que estáis sentados en el césped os voy a contar tres curiosidades relacionadas con esta colina.
En Primrose Hill ocurrieron algunas muertes envueltas en misterio, como la del magistrado anticatólico Edmund Berry Godfrey. El 12 de octubre de 1678 no volvió a casa y fue encontrado muerto en una zanja en esta colina cinco días después. Estaba tendido boca abajo y había sido empalado con su propia espada. Meses más tardes y allí mismo, fueron ahorcados tres sacerdotes católicos señalados como culpables por uno de los detenidos. Se llamaban Robert Green, Henry Berry y Lawrence Hill y la colina fue conocida durante un tiempo como “Greenberry Hill“. Pese a estos ajusticiamientos, nunca se ha sabido con certeza que sucedió y quienes cometieron este asesinato.
Primrose Hill set es el nombre que a menudo se aplica a un grupo de actores de cine y televisión británica que se hicieron famosos a mediados de la década de 1990 y que vivían por la zona, frecuentando habitualmente la colina. Los miembros más conocidos son Sadie Frost, Rhys Ifans, Jude Law, Ewan McGregor, Jonny Lee Miller, Kate Moss, Sean Pertwee y Davinia Taylor.
La última historia que os quería contar fue la que me llevó a conocer Primrose Hill. Paul McCartney paseaba su perro por allí acompañado de un amigo discutiendo sobre la existencia de Dios. De repente, un hombre apareció de imprevisto e intercambió bromas con ellos y, a continuación, desapareció bruscamente de su vista. Ambos sintieron la misma extraña sensación de que algo especial había ocurrido.
Muchos creen que esta “aparición” inspiró a Paul para escribir la canción “The Fool on the hill” que aparecía en el álbum de los Beatles “The magical mistery Tour“, aunque otros sostienen que fue compuesta muchos antes de este suceso y que estaba basada en el Maharashi al que sus detractores llamaban “tonto” por la forma que tenía de reirse. Yo, aunque probablemente no sea cierto, prefiero pensar lo primero…