Durante el fin de semana que estuvimos en una casa rural de Cáceres, (en la entrada Historia de un secuestro), mis amigos pidieron el teléfono de alguien de la zona que organizara paseos a caballo. Y una mañana, nos plantamos en el Picadero “As Ellas” que se encuentra entre los municipios de Eljas y San Martin de Trevejo.
Y ahora os voy a demostrar que en algunas ocasiones las apariencias engañan…
Un ejemplo es esta foto:
En ella se observa como el intrépido jinete, alias Robin Jú, parece tranquilo y llevando el control de la situación, aunque realmente estáis ante una mera ilusión óptica. La foto contiene otro error, desde ese ángulo parece que está más gordito…Y es que el principio de esta historia fue bastante distinto…
Y estuvo lleno de risas nerviosas combinadas con silencios incómodos…
En el Picadero nos recibió Jesús, que como anécdota curiosa utilizaba un habla típico de la zona denominado “A fala”, que para que me entendáis es una mezcla entre asturiano, portugués y castellano. Era un anfitrión perfecto para la experiencia, divertido y muy educado.
Una vez asignados los caballos, nos pusimos en ruta.
Y empezaron las primeras risas, algún grito y los primeros galopes.
Noe se pasó todo el camino riendo mientras que Jesús no paraba de contar batallitas…
Y este que os escribe, a medida que pasaba el tiempo, se iba creciendo y empezaba a jugar con la cámara.
La ruta incluía el paso por peligrosísimos ríos de fuertes corrientes.
Hacemos una pausa para incluir “el momento artístico” de la entrada:
Y pese a que el camino estaba lleno de piedras y obstaculos…
…y había que esquivar continuamente ramas y arbustos…
.. la experiencia mereció muchísimo la pena. Y sobre todo el poder realizarla con esta compañia..
¡Otra crucecita tachada de la “famosa” lista de asignaturas pendientes!.
Pese a estar tentado a poner una canción de Joselito, me he decidido por una de U2, que ya tocaba…