Escondida en el Algarve, existe una pequeña villa llamada Cacela Velha. Casas blancas en lo alto de una colina con Vistas a la Ría Formosa y un pasado que me recuerda que somos hermanos. Un tesoro oculto que quiero compartir con vosotros.
Os mentiría si afirmara que fuimos allí sabiendo que existía. De camino de vuelta hacía Cádiz, buscando un sitio para comer, decidimos aventurarnos y acercarnos a la playa. De repente descubrimos una pequeña aldea de no más de 4 o 5 calles.
Esta zona era un importante punto de escala para los navegantes griegos y fenicios. Posteriormente fue ocupada por los romanos.
Y recientes excavaciones arqueológicas sitúan aquí la Medina de Qast’alla Daraj ( Ibn al-Darradj Qastalli ), una ciudad islámica que data del siglo X. Una de las calles, lleva el nombre de Abú Al -Abdarí un poeta del Siglo XI que nació aquí…
Todo gira entorno a una plaza principal donde se sitúa la Oficina de Turismo y en el centro una pequeña noria, que al parecer dio servicio hasta mediados del Siglo XX y que se ha conservado como elemento decorativo…
Y como toda aldea cuenta con una iglesia…
Un pequeño bar…
Y un cementerio de principios del siglo XX…
Una pequeña fortaleza…
Y un paseo con vistas…
Porque si algo tiene de especial este sitio es su ubicación…
Porque en Cacela Velha todos los caminos…
…te acercan al mar…
Un lugar donde el tiempo va más despacio aunque no se detiene…