Poco lugares en el mundo podrían superar el historial de escándalos o presumir de haber albergado tanto talento como el Chelsea Hotel de Nueva York. En su interior, se crearon novelas, canciones, películas, cuadros que han marcado o influido a varias generaciones y millones de personas. Y todo sucedió en un entorno cargado y excesivo, dominado en muchos casos por las drogas y el alcohol, a veces cutre, y con la sombra de la muerte y destrucción merodeando cerca.
Esta es una recopilación de historias y anécdotas, aderezadas con canciones inspiradas o compuestas en el Chelsea, ahora que ya no aceptan a más inquilinos y sus nuevos dueños esperan que aquellos que quedan, abandonen el edificio para convertirlo en un hotel-boutique de lujo.
El Chelsea sirvió de refugió para muchos escritores. Arthur C. Clarke escribió “2001, Odisea en el Espacio” durante su estancia en él y Jack Kerouac dió vida, en solo 3 semanas, a la considerada como Biblia de la Generación Beat, “On the Road”…
Por lo que el título de esta canción de Jefferson Airplane me ha venido perfecta para esta historia…
El poeta y dramaturgo galés, Dylan Thomas, pasó sus últimos días de vida en el apartamento 205, alcoholizado y aquejado de neumonía. Dicen que su última frase fue “he bebido 18 vasos de Whisky, creo que es todo un record”
Recibiendo su dosis diaria de morfina, casi tan drogado como nos canta Joey Ramone explicando una de sus experiencias en el Chelsea…
Robert Zimmerman, transformó su nombre artístico a Bob Dylan como homenaje a nuestro protagonista anterior (D. Thomas). Encerrado en la 211 escribió su famosa “Sad Eyed Lady Of The Lowlands” , dicen las malas lenguas que tomando como musa a una de las chicas que formaban parte del grupo de Andy Warhol.
Aunque él, como expone en la letra de esta canción “Sara”, jura y perjura que estaba dedicada a la que era su esposa en aquellos días.
Leonard Cohen buscaba a Brigitte Bardot por los pasillos del Chelsea cuando de repente coincidió con Janis Joplin en el ascensor…
…lo que sucedió entre ambos en la 415 queda suficientemente descrito en esta canción…
Algunos sobrevivientes del Titanic permanecieron allí brevemente en 1912, ya que el muelle 54, donde tenia que llegar el barco, se encontraba muy cerca del Chelsea. Durante un tiempo acogió a jóvenes marinos mercantes británicos en reconocimiento al servicio de sus compatriotas en la Primera Guerra Mundial.
Para mi ha sido una sorpresa descubrir en esta canción de Billy Joel una mención al hotel…
Y también guarda muchas historias trágicas, como el asesinato de Nancy Spungen, mientras dormía con su novio Sid Vicious, bajista de los Sex Pistols, en la habitación 100. Fue encontrada muerta, desangrada por una puñalada en el abdomen con un cuchillo de él. Tras ser detenido, fue puesto en libertad por falta de pruebas…
Todo sucedió en una noche del Chelsea…
Arthur Miller afirmaba que podría llegar tan alto casi como los ascensores del hotel, sólo con el olor a marihuana que desprendían los pasillos del Chelsea. En la 614, superó su ruptura con Marilyn, con la que pasó alguna temporada allí.
Porque la vida sigue…
Aunque para algunos desgraciadamente no. Algunas habitaciones del Chelsea han servido a varios de sus inquilinos para quitarse la vida. Suicidios e historias de fantasmas que merodean por los pasillos, como Mary que se ahorcó en la octava planta al conocer que su marido había muerto en el titanic y a veces aparece llorando por los pasillos…
Imágenes tan opuestas a la que refleja Joni Mitchel en esta canción…
La película experimental e icono underground “Chelsea Girls” fue rodada allí en 1966. Dirigida por Paul Morrissey y Andy Warhol. En ella aparecía gran parte del “séquito” que acompañaba por aquella época a Warhol. Gente como Brigid Berlín, Gerard Malanga, Internacional Velvet, María Woronov, Ingrid Superstar y Eric Emerson. Aunque de todos los que aparecen en el film, sólo el poeta René Ricard vivia allí en aquella época.
También sirvió de inspiración para el primer álbum de una de las protagonistas de la película, Nico.
Y la última historia nos traslada al origen del inmueble. El Chelsea fue construido en 1884 por Philip Hubert, un inmigrante anglo-francés, como un experimento socialista en el que ricos y pobres compartían edificio. Pero veinte años después, lastrado por las dificultades económicas, se reconvirtió a hotel, ese que inspiró tantas canciones y cuyo espíritu quieren ahora destruir…
Si te pasas por el barrio, con un poco de suerte podrás comprar vinilos en la tienda de Teddy frente al Chelsea…