Perderte por las calles de Jerez de los Caballeros e ir descubriendo sus lugares más emblemáticos, es un autentico espectáculo que no te deberías perder si visitas esta villa del sur de Extremadura. La ciudad, declarada Conjunto Histórico Artístico Monumental, es una pequeña joya por la que han pasado diferentes culturas y civilizaciones. ¿Te apetece conocerla?.
Antes de empezar, os quería comentar que no era la primera vez que visitaba Jerez de los Caballeros. La cercanía al pueblo de mi padre, Llerena, había permitido alguna escapada anterior. Como en esta ocasión la visita la hicimos de noche y no tenía el equipo adecuado, le pedí a mi amigo Victor, de Ciudad Dormida, que me dejase alguna foto diurna de la ciudad y así mejorar la presencia del post (es un fotógrafo excepcional, muchísimo mejor que yo).
Algunos apuntes históricos
Uno de los puntos fuertes de esta villa es su riqueza cultural, gracias al paso de diferentes civilizaciones durante su historia. La zona ya estaba poblada en la prehistoria y los fenicios, que fueron de los primeros en explotar sus ricos recursos naturales, le dieron el nombre de “Ceret”.
Debido a su situación, entre Itálica y Mérida, llegó a ser un pueblo importante durante la época romana y bajo el poder musulmán, es conocida por el nombre de “Xerixa” o “Xeris”.
Alfonso IX de León, reconquista en 1230 la entonces “Villa de Seres” y le cede su custodia a la Orden del Temple. Lo que hoy podemos ver, ordenación de la ciudad, principales monumentos, procede de esa época marcada por el crecimiento y la riqueza.
Tras la disolución de la Orden del Temple, Jerez pasó a ser dominio de la corona, hasta que fue donada por Enrique II a los Caballeros de la Orden de Santiago, de los que recibe su nombre. Este es el periodo de mayor esplendor y grandeza de la ciudad, culminado con la concesión por Carlos V del titulo y dignidad de “Muy Noble y Muy Leal Ciudad”.
Principales Monumentos.
La ciudad es un referente del barroco extremeño y, probablemente, una de las más ricas en patrimonio monumental y cultural de la región. Destaca la Fortaleza Templaría y el Recinto Amurallado, construido en parte sobre el trazado que ocupaba el anterior árabe. Cuenta con varias torres defensivas, siendo la más famosa la Torre del Homenaje, donde se cree que fueron decapitados los últimos templarios y que también recibe el nombre de la “Sangrienta“.
Puedes recorrer la ciudad empleando las diferentes rutas de la Oficina de Turismo, hay una que recorre los diferentes Conventos, otra para descubrir las impresionantes Casas Señoriales y Palacios de la Ciudad, una ruta de Ermitas y otra para conocer los lugares más emblemáticos relaciones con los Templarios.
Y sin lugar a dudas, tienes que visitar cuatro Iglesias, Santa Catalina, San Miguel, Santa María de la Encarnación y San Bartolomé y sus impresionantes torres barrocas, símbolos de la ciudad…
…y que de noche parecen flotar en la oscuridad…
…como polvo en el viento…
Esta andanza forma parte del blogtrip organizado por la D.O. Ribera del Guadiana #RutaJamonExtremadura. Como siempre, se basa en experiencias vividas por el autor, sin estar sometido a ningún tipo de revisión o censura por parte de los organizadores.