Reconozco que ese día estaba nervioso. Algunos sueños que rondaban por mi cabeza desde hace mucho tiempo se iban a cumplir. Caminar por el desfiladero de Petra, recorrer esos pasillos esculpidos por terremotos, el paso del agua y la sal de las capas inferiores de la roca, antes de llegar al Tesoro…
Una vez dentro del complejo, pasas por un pequeño valle rodeado de rocas donde puedes empezar a encontrar “tesoros” esculpidos en la piedra como esta tumba de los Obeliscos del Siglo I y una estructura inferior que ese día descubrí que se llama Triclinium…
3 minutos después empieza el espectáculo. Bienvenidos al Siq o como nosotros lo conocemos, el Desfiladero…
Un pequeño pasillo natural de casi dos kilómetros de longitud que te conduce a otro mundo…
…un lugar para recorrerlo con calma, sacar algunas fotos y sentarse de vez en cuando, dejando pasar el tiempo…
Donde la vida florece en el rincón menos esperado…
…la mano del hombre aparece en detalles como estas canalizaciones de aguas pluviales…
…y en las empleadas para el agua potable, que se encontraban recubiertas de cerámica y escondidas por el miedo a ser envenenados.
Estos parajes eran el lugar perfecto para proteger el acceso a Petra, fundada por los Edomitas y ocupada en el siglo VI a. C. por los Nabateos, que la llevaron a su máximo esplendor…
…convirtiéndola en un sitio de paso imprescindible para las rutas comerciales entre Egipto, Siria, Arabia y el sur del Mediterráneo.
A mitad del camino puedes encontrar detalles curiosos como este… ¿Un pez?
¿O un elefante?
La fuerza con la que el agua corría por este desfiladero les obligó a construir pequeñas protecciones que disminuyeran la velocidad y desviaran la corriente. Los días de fuertes lluvias, Petra se cierra al público para evitar problemas…
Y aunque la erosión, la fuerte salinidad y los saqueos han deteriorado algunas de las tumbas esculpidas en la piedra…
…te puedes imaginar perfectamente como era ese camino hace tantos siglos…
Un detalle, por muy estrecho que te parezca el camino…
…siempre puede aparecer un carro, caballo o dromedario a toda velocidad…
Seguro que muchos de los que habéis accedido a este post estáis esperando este momento…
…pero he decidido volver al desfiladero, ya que le dedicaré pronto al tesoro un post completo (leer aquí). Este estrecho pasillo es el famoso lugar desde el que se toman la mayoría de las fotos…
Tras visitar los principales monumentos del complejo, encaramos el camino de vuelta…
y descubrimos un desfiladero distinto ya que, al bajar el sol, la piedra toma otra tonalidad. Creo que os sorprenderá…
Por último, quería comentaros una cosa. He recibido muchos correos preguntando por la seguridad en Jordania. Se que el país está rodeado por vecinos complicados, pero la sensación que traigo del viaje y por lo vivido esos días, creo que es uno de los destinos en los que más tranquilo me he sentido. He descubierto un país lleno de buena gente y acogedora. Y como esa es mi experiencia quiero dejar constancia de ello.
Y todo sucede entre rocas…
Esta andanza forma parte del blogtrip organizado por Visit Jordan #shareyourJordan. Como siempre, se basa en experiencias vividas por el autor, sin estar sometido a ningún tipo de revisión o censura por parte de los organizadores.