En el distrito del Bronx conviven dos realidades, una amable que intenta convertirlo en uno de los espacios más atractivos de Nueva York y otra marcada por la violencia. La primera suele aparecer en las guías de la ciudad, la segunda no. Os invitamos a que recorráis con nosotros el lado más peligroso y salvaje de este mítico lugar.
Pero no todo es negativo en este condado repleto de universidades, espacios verdes y museos. Sus amplios lofts, con alquileres más asequibles que en Manhattan, están siendo repoblados por artistas que encuentran en el Bronx un lugar perfecto para desarrollar su trabajo.
Es un distrito lleno de atracciones y lugares para visitar totalmente seguros para el turista, como el Bronx Zoo, el Grand Concourse y sus alrededores, el Botanical Garden, la casa de Edgar Allan Poe, el jardín botánico, Belmont (conocida como la auténtica Little Italy y donde se rodaron varias escenas de El Padrino) y por supuesto el Yankee Stadium…
Pero una vez que sales del estadio y te diriges hacia el Este con el coche, la cosa cambia…
Llegas a Morrisania que es un pequeño barrio dentro del Bronx, con un alto índice de delincuencia, pobreza y marcado por la droga…
Aquí empieza el paseo por la cara más oscura del Bronx, aunque en el camino a veces te encuentras alguna sorpresa agradable…
Pero lo habitual es encontrarte negocios muy protegidos, como este taller..
Algún centro de detección juvenil y correccional como el Pyramid House Residential Center…
La comisaría de Policia del Distrito 42, conocida como Fort Apache. Se puede visitar y los policías son bastante amables y cercanos. El día de nuestra visita, el ambiente estaba bastante caldeado dentro y no nos dejaron sacar fotos del interior.
Y aunque muchos lo confundan, este no es el edificio donde se desarrollaba la película de Paul Newman “Fort Apache, The Bronx”. Si quereis visitar esa localización, tendréis que ir al distrito 41, en Simpson Street y comprobareis que el inmueble es ahora un edificio de oficinas.
Pero en la comisaría actual también hay acción…
…y algún medio de comunicación aparcado en la puerta…
La mayoría de las viviendas del barrio son públicas y los residentes pertenecen a las comunidades puertorriqueña, afroamericana y dominicana.
Sin duda los reyes del barrio, con permiso de las bandas, son los graffitis. Uno de los más famosos es este del rapero Big Pun (diminutivo de punisher, gran castigador) que podemos encontrar en la 163 Ave con Westchester Ave. Su muerte, en el año 2000, no fue violenta, al contrario que la mayoria de los personas que aparecen en estos murales, sino causada por enfermedades derivadas de su sobrepeso.
Continuamos con el paseo…
Aunque era un día laborable vimos muchas tiendas cerradas…
Llegamos a un mural muy interesante de marcado contenido político, donde se denuncia que las principales causas que han provocado los últimos conflictos bélicos en los que ha estado involucrado el gobierno americano han sido exclusivamente económicas…
Lo inquietante del graffiti es que la parte superior estaba lleno de marcas de disparos…
Una de las cosas que más me llamó la atención del barrio era la cantidad de zapatillas que había colgadas en los cables del tendido eléctrico…
…en la visita nos explicaron que los miembros de la banda colgaban las botas favoritas de un compañero cuando era asesinado, aunque hay otras teorías que sugieren que es una forma de marcar el territorio o de indicar que es un punto de venta de droga. Esta acción se ha exportado a otros países como una moda e incluso se le ha puesto nombre…Shoefiti.
Antes de finalizar queria enseñaros otros dos graffitis. El primero tiene como protagonista a Nelson, un chaval que estaba jugando un día al beisbol y en el transcurso del partido tuvo una pelea con un chico que pertenecía a una banda. Tras contar éste lo ocurrido a sus jefes, éstos decidieron que, como venganza, había que matarlo y eligieron como verdugo al hermano de Nelson, que pertenecía a esa misma banda. Tras meses negándose y múltiples coacciones lo terminó haciendo…
El último graffiti está dedicado a Jonathan, un niño de seis años que jugando un día en la calle se encontró en medio de un tiroteo entre dos bandas y recibió un disparo que acabó con su vida. Justo debajo del nombre podéis ver dibujado a su asesino de rodillas pidiendo perdón…
Antes de acabar la entrada quería recomendaros que contratéis esta visita y no la hagáis por vuestra cuenta. No merece la pena correr riesgos innecesarios y hay muchas empresas que la realizan de forma segura.
Os dejo con una canción de Big Pun…