El monumento al Holocausto Judío de Berlin es uno de los lugares más extraños que he visitado en mi vida. Este conjunto de bloques de hormigón (2711) de diferentes tamaños y alturas que se convierte en un pequeño laberinto que intenta recrear la angustia y desorientación que sufrieron las personas que estuvieron internadas en los campos de concentración nazis.
La traducción literal de su nombre es “Monumento memorial a los judíos asesinados en Europa“. Fue inaugurado en 2005, tras más de dos años de trabajo, y su diseño corrió a cargo del arquitecto Peter Eisenman. Durante su construcción hubo bastante polémica ya que algunas empresas subcontratistas habían colaborado con el gobierno nazi, cosa que no era de extrañar porque casi todas estaban obligadas a hacerlo, lo que provocó un fuerte rechazo de la comunidad Judía.
Parece diseñado para que te montes libremente tu visita, itinerario, usos y conclusiones. Ya que estábamos allí decidimos hacer el test robinjuniano de calidad de monumentos…
El piso era estable…
…permite buenas fotos con líneas de fuga…
…es resistente…
…las juntas están bien recogidas…
…es apto para el baile y los espectáculos…
…por lo que nuestro veredicto como monumento es ¡Aptísimo!
Y ahora poniéndonos serios, hay varias cosas que me gustaría destacar del monumento. Lo primero el centro de información subterráneo, que se encuentra en la parte sureste. En el se explica con detalle la política de exterminio nazi, llevada a cabo desde 1933 hasta su caída en 1945, se encuentran testimonios e historias de las personas que lo sufrieron y por último, y tal vez lo más impactante, puedes leer los nombres de todas las victimas conocidas (he visto por ahí que leerlos todos nos llevaría más de 6 años…).
Otra anécdota, no se si accidental o buscada por quien decidió poner allí el monumento, es que se encuentra a escasos metros de donde estaba situado el bunker donde Hitler paso sus últimos días.
Los bloques o estelas tienen unas proporciones fijas de 2,38 metros de largo por 0,95 de ancho, lo que permite crear calles paralelas con las mismas proporciones. La diferencia y el juego del diseño está en la altura de los bloques que varía entre los 0,2 y los 4,8 metros.
Y aunque ya habíamos hecho un pequeño apunte sobre su ubicación, se encuentra rodeado de zonas de obligada visita en Berlin como la Puerta de Branderburgo, Tiergarte, Postdamer Platz.., lo que convierte a este monumento en un sitio de paso garantizado para turistas.
Os aconsejo que lo visitéis, os divirtáis jugando en el y luego, que deis un paseo tranquilo por sus calles. Por último me gustaría decir que estas duras lecciones de la historia tal vez deberían acercanos más los unos a los otros…