Amanece en Jodhpur. Amarit abre los ojos.
En este pequeño salón, duermen a su lado sus dos hermanos mayores y la abuela. Sus padres tienen algo más de suerte y ocupan el único dormitorio de la casa. No sabe qué día es, para ella todos son iguales.
Consisten en ayudar a limpiar y vestirse dos veces al día para cantar y bailar en la terraza de algún hotel del centro.
Es capaz de construir la sonrisa más bonita del mundo y hacer reír a la tristeza.
Hoy acabó tarde. Actúo con su familia para un grupo de españoles. Le regalaron unos lápices de colores, pero ella, a sus 9 años, no tiene tiempo para esas cosas.
Desgraciadamente, ya no recuerda lo que es la inocencia y hace tiempo que dejó de jugar.
Anochece en Jodphur…