Recorrer en Pont-Aven los paseos y puentes que cruzan el río los días de verano, asociar algunos de sus rincones a cuadros que has visto muchas veces y tener la sensación de estar en casa, son los principales recuerdos que tengo de esta villa de la Bretaña. No me extraña que Gauguin decidiera trasladarse aquí y fundar una de las escuelas más importantes de pintura postimpresionista. ¿Damos una pequeña vuelta?
Pont-Aven, Gauguin y los postimpresionistas
Nuestra primera parada está relacionada con un cuadro de Gauguin que podéis ver en el museo de Orsay. “Les lavandières du Pont-Aven” (Lavanderas en Pont-Aven) de 1.886.
Los años han modificado el paisaje pero no la esencia del cuadro, continua allí el molino que han reconvertido en restaurante. Te puedes imaginar allí al pintor, recién llegado de París, colocando su caballete en diferentes lugares y escuchando el agua correr…
Porque la vida de este pueblo del Finisterre no se entiende sin el río Aven, la vegetación y las flores de su entorno, los puentes (Pont) y pasarelas que van cruzando su curso…
…y rincones que sirvieron de inspiración como éste que aparece en el cuadro “Crique en face du Port de Pont-Aven” (Arroyo delante del Puerto de Pont-Aven, 1.888) de Gauguin…
La historia de este pueblo cambió a mediados de siglo XIX con la llegada de pintores que buscaban nuevos escenarios que inspiraran su obra. Unos años más tarde, en 1.886, Paul Gauguín llega a Pont-Aven y decide instalarse en la mítica Pensión Gloanec.
En este bello entorno decide fundar la Escuela de Pont-Aven, que acogerá a pintores de la talla de Émile Bernard, Robert Bevan, Emile Jourdan, Charles Laval, Henry Moret, Armand Seguin o Paul Sérusier.
Siguiendo el estilo postimpresionista, que continuaba utilizando colores vivos y plasmaba temas de la vida cotidiana, pero intentando llevar más emoción y expresión a la pintura…
Os recomiendo que paseéis por las pasarelas y senderos que han habilitado en el pueblo hasta el conocido como el Bosque del Amor y visitéis algunas de las galerías de pintura que se encuentran allí instaladas…
Les Chaos de l’Aven
Estabamos a punto de irnos, cuando encontramos un cartel que marcaba un punto de interés bajo el nombre “Les Chaos de l’Aven” y decidimos ver de que se trataba…
Allí descubrimos un conjunto de grandes piedras pulidas por el paso del agua y unas pequeñas caidas de nivel en el río…
…así que decidimos pasar allí la tarde…
y descansar…
mientras en mi cabeza sonaba Norah Jones…