Recuerdo la primera vez que leí un libro de Oscar Wilde. Tenía 15 años y “The picture of Dorian Grey” formaba parte de una pequeña colección de bolsillo de libros en inglés que nos habían mandado leer en el instituto. Esa edición, de no más de 40 páginas y llena de dibujos, me atrapó de tal forma, que a la semana estaba leyendo la versión original traducida.
Desde ese día, Oscar se convirtió en uno de mis escritores favoritos. Por ese motivo, las dos veces que he estado en Dublín siempre he reservado un ratito para visitarlo y hablar de nuestras cosas..
Y en esa esquina de la Merrion Square se encuentra plácidamente sentado, contemplando a los visitantes pasar, pensando en sus cosas, repasando su vida, los tiempos en el Trinity, recordando a Arthur o a Constance, leyendo De Profundis, La importancia de llamarse Ernesto…
…con una medio sonrisa sarcástica…
Justo enfrente podéis ver la casa donde vivió 23 años, en el nº1 de Merrion Square, que ahora es una casa museo con visitas guiadas.
Te admiro amigo, vaya forma de escribir y que vida tuviste…
La música de esta entrada corre a cuenta de otro fan de Wilde, Morrisey