La mayoría de los tesoros de Marrakech se encuentran tras muros y puertas. La Medersa Ben Youseff no es una excepción. Puedes estar a 10 metros de ella, caminando por el estrecho callejón que te conduce al museo y pasar de largo. Pero esta antigua escuela o madraza religiosa, merece que entres y disfrutes la visita…
El cartel de la entrada no permite hacerte una idea de lo que vas a ver, creada en el siglo XIV por el sultan Abú El Hassan, fué reconstruída, dontandola de la estructura que conocemos ahora, por el sultan Saadí Mulay Abdalah en 1565, convirtiéndola en la más grande e importante del pais.
Una vez dentro, encuentras un mundo lleno de contrastes. Espacios comunes sencillamente espectaculares…
…lugares de culto y oración exquisitamente decorados…
…destacando entre todos el mihrab (que como sabeis es el elemento que marca hacia donde se debe rezar)…
…y el patio con su fuente central para realizar las abluciones (lavados para purificar el cuerpo y alma antes de los actos religiosos).
Y si os preguntáis por qué empleamos la palabra contraste antes, solo teneis que alejaros de las zonas comunes y visitar las celdas donde se alojaban los estudiantes…
La sobriedad invade a estas 130 celdas (algunas fuentes dicen 132) que llegaron a alojar a casi 900 estudiantes…
Te recomiendo que entres en una, te sientes en una esquina y dejes trabajar a tu imaginación…
Te plantees como debería ser vivir allí…
Y curiosea…
Dos breves apuntes antes de terminar la entrada…
Esta escuela dejó de funcionar en 1956 al empezar a funcionar la nueva Universidad.
El edificio quedó sumido en un estado casi de abandono hasta que fue restaurado hace unos años gracias a la aportación económica de Omar Benjelloum.
Tengo que reconocer que esta visita ha sido una de las más gratas sorpresas que me llevé en Marrakech…
…¿te ha gustado?…
La canción de esta entrada corre a cargo de alguien que ese día estaba en mi cabeza y una canción bastante especial para mí…