Harlem artístico, negro, hispano, blanco, en color, músical, religioso, peligroso, alegre… Esta es la historia de un pequeño paseo por este barrio del Uptown, referencia para todos los que visitan Nueva York.
Quien le iba a decir a los primeros habitantes indígenas que lo que ellos conocían como “la llanura” se iba a convertir en un lugar mítico en todo el mundo. Fundado por los holandeses, primero como puesto militar y posteriormente aldea agrícola, su nombre es un homenaje a Haarlem, ciudad de los países bajos.
La parada para iniciar nuestro paseo la hicimos frente al mítico teatro Apollo. Es curioso y triste que, este lugar mítico para la música negra, no escapará en sus inicios del racismo de la época. Pese a estar situado en un barrio cada vez más repleto de afroamericanos, un cartel en la puerta, “whites only”, les prohibía el acceso a la sala donde se celebraban espectáculos burlescos.
Por suerte, con un cambio de propietarios y una reforma, desde principio de los 30 se eliminó esa norma y en 1934 fue reabierto, convirtiendose en uno de los referentes musicales de la ciudad y donde cientos de artistas de color iniciaron sus carreras. Por su escenario han pasado, entre otros, Sam Cooke ,Ray Charles, Aretha Franklin, Ella Fitzgerald, Jimi Hendrix, Billie Holiday, James Brown , King Curtis, Diana Ross & The Supremes, Wilson Pickett, The Miracles, Gladys Knight & the Pips, Rush Brown, Dionne Warwick, The Jackson 5, Patti LaBelle, Marvin Gaye, Luther Vandross, Stevie Wonder, , Ben E. King, Mariah Carey, The Isley Brothers, Lauryn Hill, Sarah Vaughan, Jazmine Sullivan…
En la puerta hay un pequeño “hall of fame“…
Como os comentaba antes, a principios de siglo XX, se produjo en el barrio una entrada importante de población afroamericana. También hay una importante comunidad hispana asentada allí. A mi me resultó curioso ver la “bandera panafricana estadounidense” en muchos sitios…
y murales con varios líderes de la comunidad negra…
También me parecieron muy llamativos estos lazos en la puerta de esta iglesia. Aunque me lo explicaron, no recuerdo su significado (esta maldita cabeza)…
Uno de los rincones que más nos gustaron fueron estas casas de piedra, con sus típicas escaleras de entrada, muchas de ellas eran utilizadas como segunda residencia para la gente adinerada que vivía en Manhattan en el siglo XIX…
El barrio está repleto de pequeñas iglesias, nosotros no fuimos a ninguna misa Gospel. A mi el cartel de ésta me hizo mucha gracia…
Pese a lo que os pueda parecer esta foto, lo cierto es que nos encontramos un barrio muy tranquilo. En los últimos años la tasa de criminalidad ha caído de una manera espectacular. Los sitios más famosos y concurridos del barrio son relativamente seguros y se pueden visitar sin sobresaltos.
Solo por poder hacer algunas fotos merece la pena la visita…
Nos despedimos de Harlem, rumbo a otro barrio mítico el Bronx…
Pero antes os dejamos con esta canción…