Reconozco que siempre me ha fascinado la historia de Irlanda. Desgraciadamente ésta se encuentra repleta de episodios trágicos. Algunos, los más recientes, están representados en los murales de Belfast. Otros, en estatuas sobre la hambruna en Dublín, (famine figures). Todos guardan algo en común, siempre están motivados por los conflictos políticos internos y la relación con su vecina Inglaterra.
Y como os podéis imaginar Belfast tiene un papel “estelar“…
Creo que he comentado en anteriores entradas que en 1999 estuve viviendo 3 meses en Irlanda. En esa época se estaba discutiendo el proceso de paz y todos los irlandeses con los que convivía me desaconsejaban que fuera a Belfast. Así que en la siguiente escapada a Dublin, 13 años después, tenía que buscar la forma de ir allí. Y como solo disponíamos de unas horas para hacerlo, contratamos una excursión en la oficina de turismo al lado del Trinity.
Tras dos horas de viaje, nos encontramos con los murales de la parte Republicana..
Luego pasamos con el minibus por las calles limítrofes entre los barrios unionistas y republicanos.
Y bueno, como íbamos con una agencia irlandesa, nos llevaron al museo de “Historia republicana irlandesa“, situado en una nave a escasos metros de los murales.
Para que os hagáis una idea, estaba compuesto de varias salas llenas de recuerdos del conflicto y bastantes cuadros relacionados con el IRA.
Armas, carteles, uniformes…
…fotos, libros…
…incluso las tapas metálicas con las que las mujeres golpeaban el suelo para avisar de la presencia de la policía y protestar…
También había una recreación de una celda en las que alojaban a las presas republicanas…
…porque este museo lleva el nombre de una de ellas, Eileen Hickey, que estuvo en la prisión de Armagh Gaol cuatro años…
..después se graduó en la universidad y dedicó el resto de su vida a la educación y a intentar conservar y documentar todo lo relacionado con el conflicto, coleccionando una gran cantidad de artículos y objetos republicanos, que conforman la base de este museo.
El problema es que en este tipo de conflictos hay otra parte de la que no pudimos escuchar su realidad, su historia, sus miserias y dramas, lo que hace difícil desarrollar una opinión “objetiva” y más cuando en mi vida he tenido tanto contacto e influencia “pro-irlandesa“. Por ejemplo, esta fachada estaba en un barrio “unionista” que cruzamos camino del centro y denunciaba la cantidad de objetivos y víctimas inocentes que había sufrido su bando…
Concluida la visita al museo, volvimos pasar por los barrios republicanos y he de reconocer que me quedo una sensación bastante amarga…
…que por suerte desapareció al descubrir “otro tipo de murales” en el centro de la ciudad.
La elección de la canción para esta entrada ha sido bastante sencilla…