Después de escribir decenas de entradas, me parecía imperdonable no haber dedicado ninguna de ellas a mi ciudad. Para remediar semejante descuido, iré intercalando entre las próximas publicaciones algunas que, escritas a modo de pinceladas, intentarán dar a conocer las cosas que más me gustan de ella.
Y como gaditano-beduino, expresión que se emplea para describir a la gente que vive fuera del casco antiguo de la ciudad, no se me ocurre mejor sitio para empezar que la playa de extramuros.
Y es que por muchos viajes que haga, creo que en ningún lugar encontraré la luz que tiene Cádiz.
Y no sé si será porque es una pequeña “isla-tómbolo*” rodeado de mar o porque el agua actúa como espejo en todo su contorno para que se refleje el sol o simplemente porque estoy enamorado de esa playa…
El caso es que esa luz no la cambio por nada…
Os dejo con una canción muy especial sobre Cádiz y una ciudad hermana, La Habana.
(*) “Tómbolo”: es un accidente geográfico sedimentario, como por ejemplo una barra, que forma una estrecha lengua de tierra entre una isla o una gran roca alejada de la costa y tierra firme, o entre dos islas o grandes rocas. (Fuente: Wikipedia y enciclopedía.us.es).En el caso particular de Cádiz, este tómbolo no se une directamente con el continente, sino con lo que se ha llamado históricamente la Isla de León, donde se encuentra la ciudad de San Fernando.